30 marzo 2015

13/52




Parece que la semana pasada todo giró en torno a las flores.  Recibí un maravilloso ramo de flores y unos pendientes de oro el día de mi cumpleaños, pero en cierto modo el día quedó deslucido por la tremenda tragedia aérea que ocurrió ese mismo día.  El post que tenía medio armado, quedó a un lado.  Tengo una mala costumbre que es ponerme siempre en el lugar de los que sufren, y eso a su vez me hace sufrir también.  No obstante, con la distancia que dan los días, os muestro sin un excesivo cargo de conciencia las pequeñas cosas de esta semana.  No hemos salido mucho de casa, la verdad, así que no tengo fotos del exterior, pero me hubiera gustado enseñaros cómo poco a poco la primavera se va colando, con sus cielos medio despejados y unas temperaturas bastante agradables.  Ayer domingo tampoco salimos, así que pedimos comida china acompañada de un vino rosado de la tierra y una buena siesta.  Algún desayuno especial, y poco más.  El jueves comienza la Semana Santa, y aunque me toca trabajar, intentaré sacar tiempo para arreglar el jardín, limpiar cristales, leer, estudiar un poco, coger algún DVD de la biblioteca (me gustaría ver esta película, ¿la habéis visto?), salir a andar, cocinar algún plato especial, visitar vuestros blogs, en fin... espero planificarme bien y poder llegar a todo.
Feliz semana, y felices vacaciones.
Besos

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PD. Acabo de añadir el collage correspondiente al mes de marzo.  Preparar el collage mensual es una de las cosas que más disfruto del blog.  Espero que os guste.  Podéis verlo pinchando en la pestaña superior que dice "Collages mensuales" o aquí.  Muchas gracias. 

22 marzo 2015

12/52



De pronto un día salió el sol de entre las nubes, y nos mostró que tras esas grises y aburridas tonalidades se escondían colores maravillosos.  Nos ha querido recordar que ya terminó el invierno, y que la inestable primavera ya está aquí.  Pero fue solo un día.  El resto hemos seguido con lluvia intermitente, frío y cielos plomizos, que nos impidieron ver el eclipse solar (me temo que tendremos que esperar a 2026).  Por lo demás, no hay ninguna novedad especial esta semana: compré fresones de Huelva, di un paseo por unos jardines cercanos llenos de flores, el peque sigue practicando el violín, y ayer sábado me di el gustazo de hacer unas pequeñas compras para la casa.  Voy a renovar los cojines de las sillas de la cocina, que ya tienen casi diez años.  También me llevé un súper esponjoso cojín para el sofá, una cestita para guardar cosas, un reloj vintage y unas balizas solares para poner en el jardín.  Eso sí, cuando tengamos luz suficiente y deje de llover.  Estoy deseando que eso ocurra.  
Feliz semana amigas.
Besos.

15 marzo 2015

11/52

 
 

1. Un poco de picoteo para cenar el peque y yo.
2. El peque poniendo orden en sus "trastos".  Afortunadamente se deshizo de varios de ellos.
3. Cocinar y cocinar.  Los días que he estado sin ordenador aproveché para preparar platos nuevos.
4. Un poco de bollería para desayunar.  Los compré ayer temprano en la pastelería, mientras Sr. marido y el peque esperaban en la cocina a que yo llegase con el botín.
5. Disfrutando un café cargado en un local que nos encanta.

Feliz domingo amigas, que comencéis bien la semana.
Un abrazo

11 marzo 2015

Recordando la nieve


Siempre me gustó la nieve.  Mi recuerdo es que antes nevaba más que ahora, pero es tan solo eso, un recuerdo, quizás no sea fiel a la realidad.  Quizás sea que las sensaciones de la infancia calan más hondo, o que relaciono la nieve con cosas bonitas como jugar con mis amigas cuando era niña, ir al monte a buscar musgo con mi hermano mayor para poner el belén, deslizarme por una pendiente con un trineo improvisado hecho de cartones y disfrazarme de "Reina de las Nieves" en Nochevieja cuando tenía ocho o nueve años (con el vestido de la comunión, jajajaj...).  El caso es que a principios de febrero tuvimos nieve en abundancia.  Primero cayó tímidamente, pero luego lo invadió todo.  El frío intenso que hizo esos días convirtió la nieve en bloques de hielo que se mantuvieron aparcados en los laterales de las aceras y los garajes, e hizo cambiar su color desde el blanco más inmaculado al gris más oscuro.  El peque y yo salimos a dar algún paseo que otro, bien abrigados con nuestros guantes y gorros.  El jardín desapareció bajo un manto blanco, y fue el momento ideal para hacer un muñeco de nieve.  


Fueron días un tanto especiales, en los que la mayor satisfacción era llegar a casa, poner la calefacción y sentir ganas de preparar un pastel al calor del horno.  Un día hice una receta que me dio una compañera de trabajo, y aún hoy cuando me acuerdo, no puedo evitar cerrar los ojos y pensar ¡mmmmmm! El resultado es un delicioso bizcocho aplanado y compacto, con sabor a canela, que cortado en cuadraditos, sirve de postre o para acompañar una merienda (la próxima vez que lo prepare os lo enseñaré).
Ahora parece que el tiempo está mejorando un poco.  Las mañanas son frías, unos 4º, pero al mediodía llegamos a los 20º.  Así que es una época ideal para cogerse todo tipo de catarros y enfriamientos varios. En estos momentos el cielo está azul y el sol brilla inundándolo todo.  Pero yo solo quiero escuchar una triste canción de Chet Baker, con una cerveza en la mano, recordando la belleza de la nieve, y mis pies helados, y las narices rojas, y los gorros de lana, y los gritos de los niños tirándose bolas de nieve, y mi trineo de cartón que se deshacía al llegar a la meta, y el musgo que adornaba nuestro belén, con una nota de nostalgia, que seguro que pasará en cuanto el sol se encargue de llenarnos de endorfinas, tan maravillosas como un dulce trozo de pastel. Cada estación tiene sus momentos positivos, tan solo hemos de saber encontrarlos.
Un abrazo amigas.

08 marzo 2015

10/52


¡Hola chicas! ¡Cuántas ganas tenía de volver! Gracias por vuestros mensajes que me hicieron sentir un poco mejor.  Al final tuvimos que comprar un ordenador y todavía estoy un poco perdida.  Tengo que ordenar un montón de fotos que he ido haciendo y éstas se amontonan igual que mis palabras y mis ideas.  No he podido cumplir mis retos de las últimas semanas pero no por ello voy a abandonar el Proyecto 52.  
Hoy os muestro algunas cosas de esta semana, buena lectura, una rica comida, un juego de mesa con el peque, y lo que más feliz me ha hecho: unos narcisos que han nacido en mi jardín cuando ni siquiera recordaba haberlos plantado.  Vi unas manchas amarillas y cuando me acerqué vi esas hermosuras que no han podido llegar en mejor momento, cuando siento que todo renace a mi alrededor.  Es emocionante comprobar cómo el ciclo de la vida sigue su curso, a pesar de los inconvenientes que podamos tener.  Me alegro de estar de vuelta amigas. 
Un abrazo.

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